Reo latino pide al Supremo que pastor ore y pose sus manos en él en ejecución

El preso John Henry Ramírez pidió este martes al Tribunal Supremo federal que se le permita a su pastor que rece y pose sus manos sobre él cuando sea ejecutado ese miércoles en Texas por un asesinato cometido en 2004.

El latino, condenado a muerte por el asesinato de Pablo Castro durante un asalto a una tienda de conveniencia en 2004, presentó una solicitud de emergencia ante el Tribunal Supremo para que el reverendo Dana Moore rece y le toque físicamente durante la ejecución.

Sin embargo, el estado de Texas y dos tribunales inferiores han rechazado la solicitud del hispano, de 37 años, al considerar que va contra la normativa.

En su pedido de última hora, Ramírez alega que desde 2016 recibe consejo espiritual de Moore, pastor de la Segunda Iglesia Bautista en Corpus Christi, ciudad natal del asesino convicto.

Pero el Departamento de Justicia Criminal de Texas rechaza que el pastor ponga sus manos sobre Ramírez durante su muerte y que pueda orar o leer las escrituras de manera audible.

La moción del reo asegura que, si no se concede su solicitud, Moore se vería obligado a permanecer en un “pequeño rincón” de la habitación a pesar de que su “declaración jurada ante notario explica que poner sus manos sobre un cuerpo moribundo y vocalizar oraciones durante la transición de la vida a la muerte están entrelazadas con los servicios religiosos”.

Y Ramírez asegura que no se puede considerar que su pedido tiene como objetivo retrasar la ejecución porque presentó el caso de “asesor espiritual” en agosto de 2020, 13 meses antes de la fecha de ejecución actual. En opinión del hispano, el rechazo a su pedido llevaría a ser ejecutado sin el “consejero espiritual que le garantiza la Constitución”.

Ramírez fue condenado por la muerte a puñaladas de Pablo Castro, un trabajador de una tienda de conveniencia de Corpus Christi, en un robo en el que solo consiguió 1,25 dólares.

Sus dos cómplices, Christina Chávez y Ángela Rodríguez, fueron detenidas en las horas siguientes al asalto, pero Ramírez logró huir, aunque finalmente fue arrestado en Brownsville en febrero de 2008.

La ejecución de Ramírez ya se ha retrasado en dos ocasiones, una en 2017 y otra en septiembre de 2020 debido a la pandemia de la covid-19.