Luchan por conservar su jardÃn comunitario en Boyle Heights
Como cada sábado, Consuelo Velasco Montoya y su hijo de 5 años de edad, Mountain, bajan una acera de Boyle Heights hasta llegar a una pared de azulejos donde se lee un mensaje de bienvenida al Proyecto JardÃn: “Este es un jardÃn para todosâ€.
Ambos se toman de la mano mientras pasan junto a la colmena que pintaron juntos y a los árboles de granadas que plantaron con el padre de Consuelo, y llegan hasta una parcela de tierra donde estaba prevista la plantación de un árbol de mango, algo que ahora podrÃa no ocurrir. Es que el futuro de este espacio es incierto luego de que Proyecto JardÃn y el propietario de la tierra, White Memorial Medical Center, no lograran ponerse de acuerdo para firmar un nuevo contrato de arrendamiento.
El pasado sábado, un dÃa antes de que debieran entregar el control del jardÃn a su propietario, los partidarios de Proyecto JardÃn se reunieron para manifestar e implorar a las autoridades del hospital hallar conjuntamente la manera de permanecer en el lugar.
Las autoridades del centro médico expresaron su preocupación de que los voluntarios de Proyecto JardÃn no hubieran mantenido bien el espacio, especialmente luego de realizar un recorrido, en junio pasado, en el cual hallaron malezas que les llegaban hasta la cintura, dijeron.
“El estado del jardÃn era preocupante, pero nunca hubo ninguna intención de echar a Proyecto JardÃnâ€, aseguró César Armendáriz, vicepresidente del hospital.
Después de eso, el hospital ofreció –y luego revocó- una extensión del contrato por seis meses, para evaluar si el grupo podÃa mantener el sitio en condiciones, explicó Armendáriz.
Pero Irene Peña, directora ejecutiva del jardÃn, aclaró que el aspecto descuidado de la vegetación fue resultado del cierre temporario del sitio durante el invierno, y que éste se encontraba en perfectas condiciones durante el verano. “No habÃa nada malâ€, dijo.
La directora también aseguró que los términos del contrato de arrendamiento, que le habrÃan dado a Proyecto JardÃn acceso sólo a un tercio del espacio, eran demasiado costosos, y se negaron a firmarlo. El arrendamiento anterior expiró el 31 de diciembre pasado.
Fuentes del hospital confirmaron que planean mantener el espacio abierto a los jardineros y que han hecho acuerdos preliminares con otros dos grupos no lucrativos para mantener el sitio en marcha.
Pero a los residentes les preocupa que la salida de Proyecto JardÃn represente para ellos la pérdida de un valioso espacio de la comunidad, en el cual no sólo plantan comida sino también celebran importantes eventos culturales.
“SerÃa una pérdida devastadoraâ€, dijo Peter Reich, miembro de IKAR, una congregación judÃa que celebra festividades conjuntas en el jardÃn con miembros de Proyecto JardÃn.
El sitio, ubicado en Bridge Street, al lado del hospital, fue durante años un terreno baldÃo, producto de la demolición de cuatro casas que habÃan estado en él, dicen los residentes. El jardÃn fue fundado en 1999 por el Dr. Robert Krochmal, un médico del White Memorial.
En los últimos años, Proyecto JardÃn ha construido 43 parcelas individuales, una dependencia externa, una pequeña cocina y también emplazó una obra artÃstica de azulejos. Bajo los términos de su contrato con el patrocinador del grupo, la organización no lucrativa Community Partners, la renta en 2011 era de $1 al año.
Monica Okita, quien creció al lado del jardÃn, comenzó a trabajar el año pasado en él, ya que su hijo querÃa celebrar allà su boda. Junto con otros miembros de su familia, Okita reemplazó el lienzo de una cubierta de sombra e hizo otras reparaciones para preparar el evento. Ahora, pese a ser residente del sur de Pasadena, todavÃa concurre regularmente para atender algunos de los 63 árboles del lugar. “Es agradable trabajar con mis manos y ver algo tangible al finalâ€, expresó Okita una mañana reciente, mientras trabajaba retirando malezas de la base de un árbol de melocotón.
Sarah Jo Portnoy, profesora de USC, lleva a sus estudiantes al jardÃn desde 2011, como parte del curso de cultura de la comida latina que enseña. “Es un pequeño ejemplo que muestra cómo una comunidad puede ser independiente y proveerse sus propios alimentosâ€, afirmó.
Portnoy también trabajó con miembros de Proyecto JardÃn para obtener una subvención de $50,000 por parte de USC para entregar productos a residentes de la zona, entre ellos quienes viven en el complejo de viviendas Ramona Gardens, cercano al lugar. Peña explicó que ahora el grupo podrÃa perder la subvención en caso de no tener acceso a la tierra.
Miembros del jardÃn han intentado negociar un nuevo contrato desde el verano último. Armendáriz afirmó que las autoridades del hospital están ultimando acuerdos con dos agrupaciones no lucrativas para continuar con el trabajo agrÃcola, aunque se negó a identificar a los potenciales nuevos inquilinos. También afirmó que el hospital no desplazará a nadie que esté cultivando esa tierra.
“Más gente tendrá acceso al espacio si el hospital se asocia con dos organizaciones lucrativas, en lugar de sólo Proyecto JardÃnâ€, sostuvo Armendáriz. “Creo que aumentará la participaciónâ€.
Pero para Montoya, eso alejarÃa a la comunidad que hace tanto tiempo se ha unido en torno al jardÃn, y limitarÃa las oportunidades para que los niños, entre ellos su hijo, puedan contribuir en él. “No puedo permitir que esto sucedaâ€, aseguró.
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